Es común en ocasiones sentir, que no avanzamos, que tenemos una lista interminable de pendientes y que además hemos trabajado duro, pero no tenemos la cantidad de clientes que queremos, o los tenemos pero… seguimos trabajando al mismo ritmo, sin obtener más referidos, sin tener ingresos mayores… Todos en algún momento, pasamos por momentos de lentitud en nuestros negocios y lo más normal es que nos preocupemos, ¡En hora buena!, porque al menos hemos detectado que algo no está bien del todo.
Pero más allá de que te empieces a preocupar, está el hecho de si podrás y si sabrás cómo solucionar lo que hayas detectado, si buscas un espacio conseguirás darle la vuelta al asunto y establecer tu propia estrategia o por el contrario determinas que requieres buscar otras alternativas profesionales.
¿Qué pudieras inicialmente hacer en estos casos?
- Buscar más información y formación pensando en qué no sabes, quizás es “algo” que te sacará del bache. Como por ejemplo: Aprender a vender, a posicionarte, a escribir mejor, a captar más seguidores en alguna red social, entre otras cosas, si no lo conoces a profundidad o no te interesa o no te gusta, no te afanes por ello.
- Mirar que hace tu competencia, fijarte en quien “aparentemente” le va bien, qué hace, que servicios presta, qué vídeos hace, que artículos escribe, y mirar también a quien no le va tan bien, esto también es útil.
- NO dudar de tus capacidades, dejar de pensar si eres suficiente buena (o) o de si gustas o no a los demás.
¿Qué lograremos con lo anterior?
Tener mayor seguridad, identificar oportunidades y definitivamente planificar algo distinto, que antes no hayas probado.
¿Qué hacer concretamente?
1. Identifica el problema
Aunque parezca muy obvio, pero es sorprendente la cantidad de personas que se bloquean al no saber dónde concentrarse porque no tienen claros cuáles son los problemas concretos que tienen en su negocio. Por ello, te sugiero lo siguiente; si ya habías planificado ciertas acciones y te habías puesto algunas metas realistas pero no has obtenido los resultados esperados, es probable que dichas acciones requieran algunos ajustes.
Ya que no es lo mismo ajustar una acción concreta como por ejemplo: que no te conozca suficiente gente, o que el servicio que ofreces no se ajuste a solucionar el problema de tu cliente y poder ayudarle mejor o que tengas muchos suscriptores, quizás buscar más gente que quiera trabajar contigo o no estés cerrando ventas, ¿lo ves?
Cada caso requiere una solución diferente y es importante que identifiques donde está el fallo que frena el avance de tu negocio.
Quizás también te des cuenta de que no has ejecutado parte de las acciones que habías programado y estás procrastinando o haciendo una mala gestión de tu tiempo o puede que el obstáculo se encuentre en la falta de foco o de claridad en los objetivos que tienes establecidos o en la estrategia que sigues (si es que sigues alguna).
Observa que las soluciones pueden ser muy diversas en función del tipo de problema, lo más importante es dejar de preocuparte y ocuparte, verás resultados.
2. Revisa qué puedes hacer y las opciones que tienes disponibles
Listo, identificaste el o los problemas, ya puedes idear un plan para solucionarlos. En función del tipo de obstáculo determina qué acción o cambio de mentalidad necesitas.
Si al realizar la revisión de los problemas, te das cuenta de que tus objetivos están mal planteados, rectifica y defínelos de nuevo, con nuevas fechas y más realistas. Si identificas que no tienes suficientes personas en tu lista como para que te contraten, céntrate en cómo aumentarla y en las acciones que puedes aplicar, si el problema es que tienes solicitudes pero no estás cerrando ventas, habrá que investigar qué es lo que estás diciendo, haciendo y cómo podrías crear estrategias para aumentar esa conversión y que consigas lo que te has propuesto.
Si te fijas, no siempre será lo mismo, dependerá de en qué momento estés y a que obstáculo estés haciendo frente. Puede que además de aplicar o implementar alguna estrategia de desarrollo de negocio, el freno esté en cómo estás enfocando las situaciones, piensa en quien tienes qué convertirte para conseguir lo que deseas y busca la manera de hacerlo.
3. Ponte en Acción
No será muy útil, saber qué tienes que hacer y no hacerlo, así que el último punto es poner manos a la obra.
Toma en cuenta que, encontrar la solución y empezar a trabajar en ello, traerá resultados de la noche a la mañana, ten paciencia y sé constante. Y más aún si se trata de implementar estrategias a medio o largo plazo, ya que para poder medir resultados debes hacer seguimiento y contar con datos, si por el contrario se trata de aprender a cerrar las ventas y aumentar tu conversión, puede que con cambiar el discurso y enfocarlo diferente ya empieces a notar cambios.
Así que las 3 estrategias a aplicar son en resumen:
IDENTIFICA EL PROBLEMA, ANALIZA QUE OPCIONES TIENES DISPONIBLES Y PONTE EN ACCIÓN
Conclusiones
Estas recomendaciones no son una fórmula matemática, ya que cada solución variará según el problema que debas solucionar. Toma en cuenta que aunque parezca que avanzas lento, será un logro a la larga y recuperarás la motivación en lo que haces y en los resultados de tu negocio.
Si no puedes ver por ti mismo los problemas y tienes dificultades para identificarlos, busca ayuda, no caigas en la parálisis por análisis.
Cuéntame si te has sentido alguna vez así, o si te sientes así ahora… y qué has hecho o qué vas a hacer para salir de esta forma de estancamiento, me encantará leerte.